Una de las claves para llevar a cabo una venta correcta y con éxito es dar al negocio el valor adecuado. Si quiere vender su estanco y que toda la operación se desarrolle con normalidad es importante que sepa valorar correctamente su negocio o que se ponga en manos de profesionales que puedan hacerlo. Éste será el punto de partida sobre el que se articulará toda la venta, por lo que es vital comenzar acertadamente.
Para empezar a dar un valor correcto a su estanco el primer paso será no confundirnos con el precio. El precio será la cifra que finalmente se pagará por el negocio, pero el valor vendrá dado por muchos factores y por las personas. Una vez tenemos claro este concepto, pasamos a enumerar las variables a tener en cuenta a la hora de valorar correctamente un estanco:
- Los beneficios. La cuenta de resultados es vital para valorar su estanco. No tendrá el mismo precio de venta el negocio que factura 300.000 euros que el que factura un millón. En este sentido también tendrán gran importancia los gastos fijos asociados al negocio, como el alquiler, el mantenimiento de las instalaciones, etc.
- Calidad de las instalaciones. Como en cualquier comercio, el estado de las instalaciones donde se desarrolla la actividad es de vital importancia. Que éstas se encuentren actualizadas y en óptimas condiciones, sumarán en el precio de venta del negocio. Si, por el contrario, están obsoletas y necesitan reformarse, influirán negativamente en el precio de venta.
- Ubicación. Vital en el sector del comercio, debe tenerse en cuenta la zona donde se desarrolla el negocio. El número de habitantes, de clientes potenciales o la posible estacionalidad, si se trata de un destino turístico, influyen para dar una valoración correcta del estanco.
- Clientela. A todo comercio se le presupone una cartera de clientes fidelizados y éstos son una variable destacada para calcular el valor del negocio.
- Análisis de la competencia. Es necesario tener en cuenta los negocios con los que debemos competir y su volumen de ventas. La legislación regula la distancia mínima que debe existir entre estancos. Ésta es de 150 metros, pero esta distancia o lejanía de otros negocios no asegura que los habitantes dentro del radio de acción de su negocio sean sus compradores.
- Tamaño del segundo canal. Se trata de la ‘otra cartera de clientes’, las ventas que se hacen a bares u otros negocios. Su volumen es también de vital importancia ya que es otra variable que sustenta la cuenta de resultados.
- Acceso a la información de negocio. Cada vez hay más y mejores herramientas de gestión de negocio, se antojan cada vez más necesarias. Los tiempos en los que éstas no se usaban han quedado atrás. El acceso a toda la información de cada negocio es clave en la toma de decisiones de precio en el mundo de los negocios.
En Crezalia nuestro equipo de expertos está familiarizado con todos estos aspectos y puede asesorarle en la valoración de su negocio. Porque sabemos que un estanco no vale únicamente por sus ventas o beneficios contables y hay una serie de aspectos objetivos y subjetivos que hacen que el precio que alguien está dispuesto a pagar fluctúe.